Río en calma.

Quiero cabalgar en el viento, vencer al día para llegar a la noche, con mi red  reclutare a las estrellas, las organizare para escribir tu nombre en el cielo con la consigna de llamar tu atención; si no lo consigo las entrenare como animadoras para que formen tu rostro iluminado, como si fuera un ornato más del cielo,  lo ubicare en el firmamento como una constelación, como nombre llevara “mi adorado tormento”, que guiara a mi corazón al remanso que causa el imaginar  pasear mis manos por tu vientre. 
Me  encanta conversar contigo, me atrae el arrullo de tu voz, sabe calmar mis deseos cual si fuera un dique que soporta la furia de las olas. Soñar no cuesta nada, el azar me trajo a ti y me ubico en mi  realidad, solo fue cuestión de estar a tu lado para solucionar mis dudas, me  he atrevido a  tomar tus manos, sin saberlo dejamos en libertad nuestro besos que dormían en nuestros labios y sin tanto esfuerzo  después de ser un río con rápidos, lograste que la cascada tocara  fondo  acariciando sutilmente a las rocas, para después ser suave murmullo de río.

Derechos de autor: Juan Hernandez.








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